lunes, 20 de mayo de 2013

Tranfusión de sangre



  La transfusión de sangre es el traspaso de sangre o, más comúnmente, de un componente sanguíneo de una persona (donante) a otra (receptor).

  La sangre se extrae mediante una punción en el brazo y se trata para impedir su coagulación, a continuación la sangre se separa en sus componentes principales: plasma, plaquetas y eritrocitos.

  Esta sangre donada es analizada, pasando un exhaustivo control que incluye pruebas como: análisis para la detección de anticuerpos irregulares, pruebas de serología infecciosa, pruebas para medir el nivel de transaminasas y prueba del NAT.

  Para realizar transfusiones, deben tomarse medidas para asegurar la compatibilidad de los grupos sanguíneos del donante y el receptor, para evitar reacciones hemolíticas.
El examen no solo se centra en el grupo ABO y el Rh, sino que también estudia otros grupos menos antigénicos aunque menos capaces de provocar incompatibilidades. Por ello es imprescindible realizar pruebas.
Pasos:

  1. Identificar el producto: confirmar la etiqueta de compatibilidad adherida a la bolsa de sangre (nombre y apellidos, nº historial…).

2. Material: Seleccionar un catéter de calibre grueso para evitar fenómenos hemolíticos.
Tener en cuenta que si es utilizada una vía central previamente habrá que calentar el preparado (<37ºC), ya que al pasar la sangre fría directamente a aurícula derecha se podría alterar la conducción cardiaca y provocar arritmias.
- Equipo simple de administración de sangre, con filtro antibacteriano y antiburbujas en la cámara de goteo.
- Equipo de transfusión con bomba para grandes cantidades de sangre de forma rápida.


3.   Valoración del paciente: para evaluar la respuesta del paciente, es preciso establecer el valor basal de sus signos vitales antes de iniciar transfusión y posteriormente cada media hora.

4.   Administrar SF.

5.   Iniciar la transfusión lentamente: a un max. De 2ml/m durante los primeros 15min. Si el paciente muestra síntomas de rechazo:

Escalofrios, hipotermia, hipotensión, cefalea,urticaria, disnea, dolor lumbar, dolor torácico, sensación de calor, nauseas, vomitos, taquicardia.
-> Suspender trasfusión y comenzar a administrar una sol salina para mantener permeable la via; Avisar al médico; Vigilar signos vitales; Administrar O2 o Adrenalina según prescripción medica; Vigilar la excreción e ingestión de liquidos, recogiendo la primera muestra de orina.

6.   Mantener la velocidad a transfundir: Si no hay problemas en los primeros 15min, se aumentara la vel a la deseada.
·         Unidad de sangre total o concentrado de hematíes (2-4h).
·         Unidad de plasma (30min).
·         Unidad de plaquetas (5-15min).

7. No añadir aditivos al producto sanguíneo: la sangre debe pasar sola y jamás se debe perforar o inyectar aire a una bolsa, ya que podemos provocar contaminación bacteriana o una embolia gaseosa.

8. Registros


http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/bloodtransfusionanddonation.html
http://m.medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000431.htm?page=1

 

Aislamientos


  El aislamiento se aplica para prevenir la transmisión de enfermedades que pueden contagiarse por contacto directo y/o por vía aérea.

  El enfermo contagioso ha de recibir los mismos cuidados que otro tipo de enfermos y a veces incluso mayores, siempre teniendo en cuenta mantener las normas de aislamiento que sean necesarias.
Este tipo de situaciones siempre va unido a un sentimiento de ansiedad, por lo tanto, para intentar reducirlo es esencial explicar tanto al enfermo como a su familia las características y objetivos de las medidas que se deben adoptar.

  Entre las medidas que se incluyen en el aislamiento estricto (Difteria, Neumonía estafilocócica… etc) se encuentran: lavado de manos; habitación individual con baño propio; uso obligatorio de mascarilla, guantes, bata y calzas mientras se permanezca en la habitación; antes de salir se depositaran las prendas contaminadas en un contenedor; la puerta de la habitación permanecerá cerrada… 
  Pero no siempre el paciente contagioso se encontrará en aislamiento estricto. El aislamiento dependerá de la enfermedad que padezca el paciente.  Y como las diferentes enfermedades tienen diferentes características, también existen diferentes tipos de aislamiento. En rasgos generales son similares, pero presentan detalles concretos.


1. AISLAMIENTO PROTECTOR O INVERSO - Pacientes inmunodeprimidos.
Consta de las mismas medidas que el aislamiento estricto excepto en lo referente a la puesta y retirada de la ropa especial. En este caso bata, guantes, gorro, mascarilla y calzas deben ser puestos antes de entrar a la habitación y retirados una vez fuera de ella.
Ejemplos: Quemados (>25%); Trasplantados…

 
2.  AISLAMIENTO DE CONTACTO - Pacientes con enfermedades infecciosas por contacto directo (lesiones cutáneas y secreciones orales).
Todo el material necesario para vestirse debe encontrase preparado dentro de la habitación  y deber abstenerse de tocar con las manos heridas o lesiones.
Lo más destacado es que los pacientes con el mismo microorganismo pueden compartir habitación.
Ejemplo: Gangrena gaseosa; Heridas abiertas; Quemaduras (<25%)…


3.  AISLAMIENTO RESPIRATORIO  - Pacientes con enfermedades transmisibles por vía aérea.
Es 'obligatorio' el uso de mascarilla, la cual debe cambiarse con la frecuencia adecuada incluso durante un mismo periodo en la habitación. Estas se colocaran al entrar en la habitación y se desecharan al salir.
Se usaran pañuelos desechables.
Ejemplos: Meningitis meningocócica; Rubéola; Sarampión; Tosferina; Tuberculosis pulmonar…



4.  AISLAMIENTO PARENTERAL – Pacientes con enfermedades transmisibles por la sangre o líquidos orgánicos.
Se debe tener precauciones especiales con agujas y otros materiales punzantes. Al igual que con el uso de esfingomanometros, termómetros, vajilla… etc.
'Obligatorio' el uso de guantes, y de gafas si se anticipa razonablemente la posibilidad de exposiciones a la sangre.
Ejemplos: Hepatitis vírica B y C; Sida; Sífilis; Paludismo…


5.  AISLAMIENTO ENTERICO – Pacientes con enfermedades contagiosas por contacto directo o indirecto con heces infectadas.
Habitación individual y con lavabo individual. Si no es posible entonces la higiene tanto de paciente como de las instalaciones deberá ser muchísimo más metódica.
Ejemplos: Cólera; Fiebre tifoidea; Hepatitis vírica tipo A; Amebiasis…







lunes, 6 de mayo de 2013

Angioplastía



  La enfermedad arterial coronaria es el tipo más común de enfermedad cardiovascular. Esta patología se produce cuando las placas de ateroma (colesterol, compuestos grasos, calcio y fibrina) se  adhieren a las paredes de las arterias que riegan el corazón. A medida que se acumulan, la arteria se estrecha, dificultando el flujo sanguíneo.


   Esta disminución del flujo sanguíneo hace que empiece a faltar O2 en los tejidos cardiacos, pudiendo llegar a provocar una angina de pecho. Con el tiempo, esa falta de O2 puede hacer que las células del corazón se necrosen ocasionando así un ataque cardiaco (IAM).

  Sin embargo, como es mejor prevenir que curar, es necesario tratamiento para reducir el riesgo de un ataque cardiaco. Si es posible, el tratamiento de elección es la angioplastia

  La angioplastia es un procedimiento realizado por cardiólogos intervencionistas, utilizando un catéter que lleva un balón en la punta. Este catéter se suele introducir por la arteria femoral debido a su gran calibre siguiendo al alambre guía introducido previamente. Después, una vez llegue a la zona coronaria se infla el globo en el lugar de la arteria donde se encuentra la obstrucción para comprimir la placa contra la pared arterial. Además, en el 80% de las intervenciones aparte de introducir el catéter con el balón también introducen una especie de muelle (stent) que hará que una vez que la arteria haya sido ‘abierta’ el vaso no se vuelva a cerrar. Después se desinfla el balón y se retira el catéter. 

  Una vez terminada la intervención y cuando el paciente haya sido de alta, deberá tomar una aspirina diaria (anticoagulante plaquetario) durante el resto de su vida o solo durante un año, dependiendo respectivamente de si solo se ha realizado la angioplastia o también se ha colocado un stent.

  Conjuntamente, antes de la intervención, también es habitual realizar una angiografía coronaria. Una prueba diagnóstica que se basa en la introducción  de contraste por un catéter que dejara ver la zona en la que se encuentra la obstrucción.



  Por último, hay que conocer que alrededor de un 35-40 % de los pacientes que se someten a una angioplastia con balón y un 20% de los pacientes con stent, corren el riesgo de sufrir obstrucciones adicionales en la zona tratada (reestenosis) dentro de los seis meses siguientes a la intervención. Por lo tanto, habrá que estar atento de posibles síntomas de nuevo de angina de pecho.